La
“frutillita” de la torta: la entrevista que le hice (Débora Pert) a Juan Lima,
y que respondió generosamente.
ENTREVISTA A JUAN LIMA
DP: ¿Cuándo empezaste a escribir poesía? ¿Sobre qué temas?
JL: En el secundario hacíamos un periódico y ahí publiqué mis primeros poemas. Colapsaban de humor ácido e ironía. Bueno, aunque esa escritura adolescente tenía solo un desarrollo intuitivo, sigo pensando en esa voz poética como una exploración en curso. Se trataba, en definitiva, igual que ahora, de una obra en proceso.
DP: ¿Cómo se te ocurrió dedicarte a escribir poesía infantil (aunque te aseguro que disfruto mucho leyéndote!)
JL: En aquellos dos años en que hicimos la revista Humi, el encuentro cotidiano con Ema Wolf y Laura Devetach potenciaron mi buen humor poético. Fueron tiempos intensos de aprendizaje y creatividad. Un gato como cualquiera, de Graciela Montes, con mis ilustraciones, es de esa época, uno de los primeros títulos de El Pajarito remendado. Con Raúl Fortín hicimos un hermoso afiche para el lanzamiento de la colección. A continuación, estuve dale y dale unos años con la revista Fierro, focalizando mi trabajo en la gráfica, muchísimo ponerle la cabeza y el cuerpo a ese proyecto. Cuando algo me seduce, soy un tipo de ignición instantánea.
DP: Elegís como tema los animales y las plantas, ¿por algo en particular?
JL: Nací y me crié en un pequeño pueblo de campo, en medio de la pampa y al borde del mar. Mi imaginario está construido, día por día, en ese marco solitario y silvestre. Todo fue “aprendido jugando de niño” (como dice Macedonio Fernández). Y cuando crecí me fui a estudiar a La Plata. Esa sacudón introspectivo fue la puesta en marcha de toda esta increíble maquinaria poética que la naturaleza había ido sembrando en mí. Y que comenzó a manifestarse en mi gráfica, en mi poesía, en mi vida.
DP: Disfruté mucho de Un día, un gato, ¿les propusiste a los distintos ilustradores porque te gustaba sus estilos? ¿O porque ya eran amigos y realizaron una tarea conjunta?
JL: Después de escribir los poemas de Un día, un gato me puse a trabajar en el diseño y en las ilustraciones. Ahí se me ocurriò pensar que sumar otrxs y muy variadxs estéticas le daría sorpresa a la propuesta del libro. Instantáneamente fui invitando a ilustradorxs de diversas lugares. Elegí amigos a quienes admiro profesionalmente, por obvias razones de espacio no puede invitar a todos los que hubiera querido, pero quedan para un próximo proyecto. También te cuento que me di el lujo de incluir al emblemático gato de Landrú (aún vivía y me lo cedió cálidamente), un gato con pájaros de Paul Klee -del que compré los derechos- y, para las páginas de guarda, un gato egipcio del 1200 aC pastoreando ocas, que encontré un sábado a la mañana en el mercado de la Petersplatz, en Basel.
DP: ¿Cuál será tu próximo libro? ¿Podés darnos algún adelanto?
JL: En estos momentos tan inquietante los proyectos se desprograman. ¿Pero dónde volveremos a convivir con la imprevisibilidad mejor que en estos días? Por ahora, el plan es guarecerse en la extraña compañía de uno mismo.
Muchísimas
gracias, por tantas y tan detalladas respuestas. Solo nos queda encontrarnos
para compartir un café, cuando termine la Cuarentena, que espero sea muy
pronto.
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